Según Blu Radio, Porras y su camarógrafo fueron insultados y golpeados, y los agresores intentaron destruir la cámara con la que realizaban su labor periodística.

El propio comunicador relató que, aunque algunos manifestantes se acercaron inicialmente para expresar su malestar de forma pacífica, los ánimos cambiaron repentinamente y se desató el ataque, durante el cual le lanzaron piedras y monedas. La movilización de los motociclistas respondía a la entrada en vigencia de nuevas restricciones al parrillero masculino, que los gremios consideran estigmatizantes y perjudiciales para los trabajadores nocturnos. Los manifestantes exigían al Distrito alternativas a las prohibiciones, como mayor vigilancia policial.

La agresión contra un periodista de alto perfil en medio de una protesta social ha sido ampliamente condenada como un acto de intolerancia y un atentado contra la libertad de prensa.