Según su relato a Noticias RCN, al ponerse el casco que le entregó el conductor, percibió un "olor muy fuerte y extraño", similar a un químico o alcohol.

A los pocos minutos de iniciar el trayecto, comenzó a sentir mareos y adormecimiento en las manos, lo que le generó pánico. Temiendo perder el conocimiento, le pidió al conductor que se detuviera con la excusa de acomodarse el casco y, en cuanto frenó, se lanzó de la motocicleta y corrió a pedir ayuda.

Fue auxiliada y trasladada a un centro médico, donde los doctores confirmaron que presentaba signos de intoxicación por inhalación de una sustancia desconocida, aunque las pruebas no detectaron drogas comunes.

La víctima decidió hacer público su caso para advertir a otros usuarios, aconsejando: "Si el casco huele raro o tiene algo extraño, no se lo pongan.

Es mejor perder el viaje que arriesgar la vida".

Aunque no ha presentado una denuncia formal, su testimonio ha generado gran preocupación sobre la seguridad en este tipo de servicios.