Estas operaciones, que se han extendido del Caribe al Pacífico, han resultado en decenas de muertes y han provocado un tenso cruce de acusaciones entre los presidentes Donald Trump y Gustavo Petro. La serie de ataques sin precedentes fue confirmada por el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, quien calificó las acciones como "ataques cinéticos letales" autorizados por el presidente Donald Trump.
Según Washington, estas operaciones son parte de una "guerra contra los carteles" y cada una salva "25.000 vidas estadounidenses".
Hasta la fecha, se han reportado nueve ataques con un saldo de 37 muertos, expandiendo el teatro de operaciones del Caribe al océano Pacífico, en proximidad a las costas colombianas.
Esta escalada ha generado una fuerte reacción del gobierno colombiano.
El presidente Trump calificó a su homólogo Gustavo Petro de "maleante" y "narcotraficante", y advirtió sobre el corte de la ayuda militar. A su vez, el presidente Petro anunció que se defenderá "legalmente con abogados estadounidenses" y ha calificado los ataques como ejecuciones sumarias que violan el derecho internacional, argumentando que Washington no aporta pruebas de que las embarcaciones transporten drogas. Una fuente militar colombiana aseguró que uno de los ataques en el Pacífico fue "cerca" pero fuera de la "plataforma marítima" del país. La tensión se agudiza con la negativa del ELN a cualquier vínculo con una de las lanchas atacadas, contradiciendo las afirmaciones estadounidenses, y la amenaza de Trump de extender las operaciones a tierra firme.













