Durante su escape, los fugados además hurtaron varios elementos de valor del establecimiento. Inmediatamente después de conocerse la fuga, la Policía Nacional activó un “plan candado” en toda la zona urbana y rural del municipio para dar con el paradero de los prófugos. La respuesta inicial permitió la recaptura de uno de los reclusos el mismo día del escape.

Posteriormente, dos de los fugados, identificados como Johan Sebastián y Luis Alejandro, decidieron entregarse voluntariamente a las autoridades.

A pesar de estos avances, la mayoría de los evadidos sigue en libertad, lo que representa un riesgo para la seguridad de la subregión del Urabá. Ante la gravedad de la situación, la Policía de Urabá anunció que se duplicó la recompensa por información que conduzca a la recaptura de los delincuentes, pasando de cinco a diez millones de pesos. Las autoridades han hecho un llamado enfático a la ciudadanía para que colabore con cualquier dato relevante que permita localizar a los quince criminales que aún se encuentran prófugos.