El video se difundió masivamente en redes sociales, desatando una ola de indignación y cuestionamientos. A raíz de la polémica, la Diócesis de Diamantino, a la que pertenece la parroquia, confirmó la apertura de una investigación canónica para determinar si el sacerdote violó su voto de celibato y esclarecer los hechos.

Por su parte, el padre Braga Simplício ha negado cualquier relación impropia.

En un audio que circuló tras el incidente, aseguró que la mujer solo había pedido permiso para ducharse después de colaborar en actividades de la iglesia. Según su versión, la frase “me voy a dormir ahí”, que habría sido escuchada por el novio, fue una “broma malinterpretada”.

El caso sigue bajo investigación eclesiástica mientras la comunidad local y los internautas debaten sobre la transparencia y la responsabilidad dentro de las instituciones religiosas, poniendo en tela de juicio la confianza depositada en sus líderes espirituales.