Un día vi cómo subieron una nevera” o “Dentro de poco suben un taxi” reflejan la percepción ciudadana de que este tipo de comportamientos son cada vez más comunes y audaces. El manual de usuario de Transmilenio es claro al respecto, permitiendo únicamente el ingreso de bicicletas plegables, coches para bebés y mascotas que cumplan con las normas de porte, con el fin de garantizar la seguridad y comodidad de todos los pasajeros. La prohibición se extiende a objetos peligrosos, armas y elementos de gran tamaño que puedan obstruir el paso o poner en riesgo a otros usuarios. Este evento particular, más allá de su anécdota, subraya la tensión constante entre las normas del sistema y las necesidades o la falta de consideración de algunos ciudadanos. La presencia del policía fue crucial para hacer cumplir el reglamento, pero el hecho de que el hombre lograra ingresar la carreta a la estación misma ya plantea interrogantes sobre los controles en los torniquetes de acceso.