Según los informes, cuando los agentes irrumpieron en el apartamento, Rojas Montán intentó una maniobra desesperada para evadir la captura.

En lugar de entregarse, trató de descender por el exterior del edificio desde el balcón del quinto piso hacia el cuarto. Sin embargo, en el intento “midió mal”, resbaló e impactó contra el suelo, falleciendo de manera instantánea.

La caída fue descrita por fuentes extraoficiales como un “resbalón mal medido” producto de su afán por escapar.

Mientras se realizaba la inspección técnica del cadáver para confirmar su identidad, las autoridades capturaron a los otros tres individuos que se encontraban con él en el apartamento.

Estos también eran prófugos de la justicia chilena, liberados bajo fianza en 2024, una decisión que fue revocada un día después, momento para el cual ya habían huido. El operativo representa un éxito para la cooperación judicial internacional en la lucha contra el crimen organizado.