Aunque inicialmente pacífica, un grupo de encapuchados comenzó a vandalizar establecimientos comerciales, incluyendo un restaurante McDonald's donde se encontraban familias con niños.
Esto llevó al secretario de Seguridad, Manuel Villa Mejía, a ordenar la intervención policial con “uso diferenciado de la fuerza”.
El alcalde Federico Gutiérrez defendió la intervención, declarando: “Lo que pasó en Medellín no es protesta pacífica, es intimidación y vandalismo.
Los niños estaban con sus familias comiendo y jugando tranquilos, y llegaron a generar miedo.
En ese momento, intervinimos como autoridad”.
Añadiendo controversia a la situación, el concejal Andrés ‘el Gury’ Rodríguez, del Centro Democrático, fue filmado enfrentando a los manifestantes con un bate de béisbol en la mano. Rodríguez justificó sus acciones, afirmando que estaba defendiendo a los niños dentro del McDonald's del ataque.
El incidente atrajo la atención nacional, con el presidente Gustavo Petro criticando el manejo de la situación por parte del alcalde, a quien acusó de ordenar la violencia y calificó la respuesta como “fascismo”.