Karina Rincón, una mujer de 35 años, ha compartido su desgarrador relato tras sobrevivir a un brutal intento de feminicidio en Fontibón, Bogotá, donde su expareja la atacó con un martillo, causándole entre 13 y 20 heridas en el rostro y cráneo. Su caso pone de relieve la violencia de género y las fallas en el sistema de protección, ya que la víctima había denunciado previamente a su agresor. El ataque ocurrió el 22 de septiembre, cuando su expareja, José Urbano Medina Villa, la agredió brutalmente. Rincón, quien trabajaba en la Alcaldía, relató la noche de terror que vivió tras regresar de la celebración de su cumpleaños.
Perdió el conocimiento durante el ataque, en el que su agresor también le arrancó los dientes con un alicate. Ella cree que sobrevivió porque el mango del martillo se rompió, impidiendo más golpes en su cabeza.
Tras la agresión, el atacante llamó a la madre de Rincón y le dijo: “Señora ya quedó muerta su hija, yo la maté”. La Fiscalía reveló que este no era el primer acto de violencia, sino parte de un ciclo de abuso físico y psicológico. Rincón afirmó que ya lo había denunciado ante la Comisaría de Familia por sus graves problemas con el alcohol. A pesar de obtener una medida de protección, alega que la comisaría nunca la hizo cumplir y la hizo sentir culpable. Ahora, teme que su agresor quede en libertad y busca ayuda pública para costear sus numerosos tratamientos y la reconstrucción de su rostro.
En resumenUna mujer en Bogotá sobrevivió a un brutal ataque con martillo por parte de su expareja, quien la creyó muerta y llamó a la madre de la víctima para informarle. A pesar de haber denunciado previamente al agresor y tener una medida de protección, la víctima alega que las autoridades no actuaron, evidenciando fallas en el sistema. Ahora, la sobreviviente busca ayuda para su reconstrucción facial y exige justicia.