En el proceso se identificaron al menos dos víctimas que fueron retenidas y sometidas a violencia prolongada por jefes paramilitares conocidos con alias como “Víctor”, “Carlos” y “Shuster”. En el mismo caso, José William Parra Arroyave, auxiliar y orientador político del frente paramilitar, fue condenado a 24 años y 2 meses por el reclutamiento forzado de 23 menores, algunos de los cuales también fueron víctimas de abusos sexuales. A pesar de la condena, Lucila Inés Gutiérrez de Moreno permanece prófuga y el tribunal ha ordenado su captura inmediata.