En un aparente pánico por evitar ser descubierto, Julio Pérez habría intentado escapar por una ventana, pero perdió el equilibrio y cayó al vacío.

El incidente ocurrió en la madrugada del domingo 28 de septiembre.

Testigos alertaron de inmediato a los servicios de emergencia y fue trasladado a una clínica cercana.

Fue ingresado con politraumatismos graves, incluyendo un trauma craneoencefálico severo y lesiones cervicales.

A pesar de los esfuerzos del personal médico, permaneció hospitalizado durante cinco días en estado crítico hasta que se confirmó su fallecimiento.

Su familia y amigos lo recuerdan como un mecánico trabajador, conocido por su amabilidad.

Las autoridades han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias exactas del suceso.

El caso ha suscitado interrogantes sobre los riesgos de las acciones impulsivas en situaciones inesperadas.

Aunque la hipótesis principal sigue siendo una caída accidental, la investigación buscará descartar otras posibilidades.

Este trágico suceso sirve como un crudo recordatorio de cómo un momento aparentemente personal y privado puede escalar hasta convertirse en un incidente fatal.