En lugar de un velorio tradicional, sus seres queridos optaron por una despedida que reflejara su pasión por los videojuegos. La escena, meticulosamente preparada, incluía al joven en una silla de jugador, con audífonos, un control de videojuegos en las manos y frente a una pantalla encendida.

Esta práctica, aunque calificada como “insólita”, no es un hecho aislado en Nueva Orleans.

Según reportes, una funeraria local ha ofrecido este tipo de servicios personalizados desde el año 2012, cuando se realizó un funeral similar para un reconocido músico de jazz, quien fue presentado tocando su instrumento. Desde entonces, varias familias han elegido embalsamar a sus seres queridos en poses que los representen, como una forma de celebrar su vida y mantener viva su memoria a través de lo que más los identificaba.

El caso de Renard Matthews ha generado un amplio debate en redes sociales, con reacciones que van desde el asombro y el apoyo a la originalidad del homenaje, hasta la crítica por considerarlo una práctica demasiado gráfica o perturbadora.

La historia refleja cómo las expresiones de duelo están evolucionando y adaptándose a nuevas formas culturales y familiares.