Un escándalo sin precedentes sacude al fútbol profesional colombiano después de que el presidente del Deportivo Pasto, Óscar Casabón, denunciara públicamente que seis jugadores del plantel profesional fueron apartados del equipo por su presunta implicación en el amaño de partidos para favorecer apuestas deportivas. La grave acusación se realizó en una rueda de prensa previa al partido contra el América de Cali, generando una crisis interna en el club nariñense. Casabón, acompañado por el técnico Camilo Ayala, afirmó que los resultados de al menos cuatro partidos anteriores del equipo se habrían visto afectados por estas prácticas ilegales.
Los encuentros bajo sospecha son contra Boyacá Chicó, Millonarios, Deportivo Cali y Santa Fe.
Aunque no reveló los nombres de los futbolistas implicados, el directivo fue contundente al afirmar que interpondrá una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación para que se investiguen los hechos. La situación escaló a tal punto que el presidente del club reveló una supuesta apuesta específica para el partido contra el América de Cali. “Hoy ante América de Cali, el partido iba a ir 0-2 en favor de ellos en el primer tiempo, pero se les cayó la apuesta”, declaró Casabón, sugiriendo que la denuncia pública habría frustrado el plan. Este caso es el primero en el que un directivo del fútbol colombiano acusa de manera tan directa a sus propios jugadores de estar involucrados en una red de apuestas, lo que abre un debate sobre la integridad de la competencia y la influencia de las mafias en el deporte.
En resumenLa denuncia del presidente del Deportivo Pasto sobre el presunto amaño de partidos por parte de seis de sus jugadores marca un punto de inflexión en el fútbol colombiano. La acusación, que será llevada a la Fiscalía, pone en evidencia la amenaza de las apuestas ilegales y la corrupción dentro del deporte, generando una crisis de confianza que exige una investigación exhaustiva.