Los delfines forman parte del programa de conservación 'A Mar Abierto', que les permite realizar recorridos en mar abierto para fortalecer sus instintos naturales.

Según Ángela Dávila, directora de Bienestar Animal del centro, esta conducta no fue inducida por entrenamiento directo, sino que es un "comportamiento emergente" que surgió de la interacción con su entorno.

"Ellos nos han visto recoger basura del agua y han aprendido por observación.

Cuando salimos a mar abierto, nos traen lo que identifican como ajeno a su entorno", explicó Dávila.

La historia de Blue y Martín resalta la grave problemática de la contaminación por plásticos en los océanos. Los artículos citan datos de las Naciones Unidas que indican que más de 11 millones de toneladas de plástico llegan a los mares cada año, amenazando a más de 800 especies marinas. El gesto de los delfines, aunque simbólico, sirve como un recordatorio contundente de que la conservación marina empieza con acciones individuales. En un hecho relacionado que demuestra el compromiso de la comunidad local con la fauna marina, otros dos delfines que quedaron atrapados en una red de pesca en Playa Salguero fueron liberados gracias al esfuerzo conjunto de pescadores y ciudadanos que se encontraban en el lugar, una acción que también fue celebrada en redes sociales.