El grupo armado presenta estas acciones como una "oportunidad de vida" para que los individuos se corrijan. La difusión de estos materiales ha generado un fuerte impacto, llevando a la Policía Metropolitana de Santa Marta a conformar un "equipo especial de Policía Judicial, Investigación Criminal e Inteligencia" para esclarecer los hechos. Las autoridades recordaron que la justicia por mano propia es un delito y pidieron a la ciudadanía denunciar a través de los canales oficiales. Defensores de derechos humanos han expresado su preocupación, indicando que estas prácticas son un mecanismo del grupo ilegal para ratificar su control social y territorial, suplantando las funciones del Estado y generando un ambiente de intimidación.