El alcalde Jaime Andrés Beltrán utilizó su cuenta en la red social X para comunicar el hallazgo, enmarcando el suceso en un contexto de confrontación espiritual. “En Bucaramanga descubrimos una zona boscosa totalmente adaptada para altares de brujería, santería y prácticas de magia negra contra nuestra ciudad y personas específicas.

Les pido a todos los bumangueses que nos unamos en oración por Bucaramanga”, manifestó el mandatario. Esta reacción oficial, que mezcla la gestión del espacio público con un llamado a la fe, es lo que convierte el hecho en una noticia particularmente insólita. Mientras la Secretaría del Interior aseguró que la intervención buscaba devolver la tranquilidad al sector, la Fiscalía evalúa si existen delitos asociados a estas prácticas. La respuesta del alcalde, sin embargo, trasladó el debate del ámbito administrativo al espiritual, generando una amplia discusión sobre el rol de las creencias personales en la función pública.