Una salida familiar en zona rural de Santander terminó en una devastadora tragedia cuando una creciente súbita arrastró el vehículo en el que viajaban, causando la muerte de cinco personas, entre ellas un niño y dos docentes. El suceso ha conmocionado a la región y ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las vías rurales ante fenómenos climáticos extremos. El hecho ocurrió en la tarde del sábado 6 de septiembre, cuando un campero Daihatsu de placas ISF-225 intentaba cruzar la quebrada Oroco, en los límites de los municipios de Galán y El Palmar. La fuerza del agua, producto de intensas lluvias, volcó y arrastró el vehículo varios metros.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Orfidia León Díaz, de 46 años; su hijo, James Afanador León, de 8 años; Clemencia Reyes Guarín, de 48 años; Pastora Olarte Jaimes, de 42 años; y Arnulfo Torres Ardila, de 56 años. La pareja de esposos conformada por Arnulfo Torres y Clemencia Reyes eran reconocidos docentes en Galán, y su muerte ha generado un profundo luto en la comunidad educativa. La alcaldesa de Galán, Sofía Medina Serrano, lamentó la tragedia y recordó que desde hace más de un año ha advertido sobre las constantes avalanchas y emergencias en esta vía, que es el único acceso al municipio, sin que se hayan implementado soluciones definitivas. Las labores de rescate de los cuerpos se prolongaron hasta la mañana del domingo y contaron con la participación de la Policía, bomberos y la comunidad local.
En resumenLa muerte de cinco personas, incluyendo un niño y dos maestros, arrastradas por una creciente súbita en Santander, es una tragedia que evidencia los peligros de las vías rurales en temporada de lluvias. El evento, que enluta a la comunidad de Galán, también es un llamado de atención sobre la necesidad de invertir en infraestructura para mitigar riesgos naturales que han sido advertidos por las autoridades locales.