Tras ser confrontada, la menor confesó los hechos.
Según su relato, el nacimiento se produjo a las 5:00 a.m.
del 20 de agosto, con una gestación de aproximadamente 40 semanas.
En un acto que ha estremecido a las autoridades y a la comunidad, la joven admitió que, tras el nacimiento, “mediante asfixia mecánica le quitó la vida”.
Para ello, envolvió el cuello del bebé con un cargador de celular.
Posteriormente, abandonó el cuerpo en una zona boscosa cercana a su residencia en la vereda El Dorado.
El comisario de familia de Amalfi, John Mario Lopera, fue uno de los que confirmó los detalles del caso, indicando que las autoridades investigan para determinar si se trató de un neonato o un feto. El cuerpo del recién nacido fue entregado a las autoridades por el padre de la menor y trasladado a Medicina Legal para establecer con precisión las causas de la muerte. Mientras tanto, la adolescente fue remitida a un centro médico en el municipio de Yolombó para recibir atención especializada. Este caso ha generado un profundo rechazo y abre un debate sobre la salud mental y el apoyo a las jóvenes en situaciones de vulnerabilidad extrema en las zonas rurales del país.