El reptil, que era parte de su macabro método, también fue incautado. La captura de alias “El Loco” en Buenaventura por parte de la Policía y la Armada Nacional ha destapado uno de los métodos criminales más escalofriantes registrados recientemente en el país.

Según las autoridades, Zuluaga Arroyo, presunto integrante del grupo delincuencial “Los Espartanos”, no solo estaría implicado en desapariciones forzadas, sino que empleaba un cocodrilo para eliminar todo rastro de sus víctimas.

Este macabro modus operandi resalta la brutalidad con la que operan estas estructuras en el principal puerto del Pacífico colombiano, un territorio disputado por su valor estratégico para el narcotráfico y otras economías ilegales. El operativo no solo resultó en la detención del sospechoso, sino también en la incautación del reptil, que era mantenido en cautiverio para ser utilizado en estos actos atroces. La noticia ha generado conmoción a nivel nacional, evidenciando la degradación del conflicto y las tácticas de terror que utilizan estos grupos para infundir miedo y mantener el control social. El caso de “El Loco” y su cocodrilo se convierte en un sombrío testimonio de hasta dónde puede llegar la crueldad humana en el contexto del crimen organizado, superando los límites de la violencia convencional y adentrándose en prácticas que parecen sacadas de una película de terror. Las autoridades continúan investigando para determinar el número de víctimas que pudieron haber sido objeto de este método y para desarticular por completo la red de “Los Espartanos” que opera en la región.