Cuando Esteban le reclamó, el hombre lo esperó y lo atacó por la espalda con un arma blanca, causándole una herida mortal en el cuello.

Otras versiones iniciales indicaban que el ataque se produjo después de que el joven se negara a darle dinero. El padre de la víctima, Sergio Yepes, describió a su hijo como un joven tranquilo y responsable que estudiaba inglés y buscaba trabajo para financiar su carrera en administración de empresas. Gracias a la rápida acción de las autoridades y al uso de cámaras de seguridad, el presunto responsable fue capturado en el municipio de Envigado.

A pesar de las pruebas, Cadavid no aceptó los cargos por homicidio agravado y su defensa solicitó un examen psiquiátrico para determinar su inimputabilidad.

El caso ha sido calificado como un ejemplo de la “muerte gratuita, la muerte banal”, poniendo en evidencia la fragilidad de la confianza social y la necesidad de abordar de manera integral tanto la seguridad como las problemáticas de la población en situación de calle.