Familiares de ciudadanos colombianos detenidos en Venezuela han denunciado graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo tortura, intimidación y periodos prolongados de incomunicación. Estas acusaciones fueron presentadas formalmente durante una mesa de trabajo con el viceministro de Asuntos Multilaterales de la Cancillería de Colombia, Mauricio Jaramillo Jassir, y representantes de la Defensoría del Pueblo en Villa del Rosario. Durante el encuentro, los allegados de los detenidos expresaron su profunda preocupación por las condiciones de reclusión, calificando las detenciones como “injustas”.
Entre las denuncias específicas, manifestaron que algunos llevan “meses o años” sin comunicación, presentan un grave “deterioro del estado de salud física y mental” y, en algunos casos, han sido “sometidos a torturas”.
Los familiares exigieron al gobierno colombiano fortalecer las gestiones diplomáticas para lograr la liberación de sus seres queridos.
Como respuesta, el viceministro Jaramillo Jassir se comprometió a entregar un documento de “guía humanitaria” a las autoridades venezolanas y a mantener un diálogo permanente sobre los avances. La situación se da en un contexto complejo; si bien a finales de octubre fueron liberados 17 colombianos, se estima que aún permanecen detenidos aproximadamente 21, algunos acusados de “conspiración” por las autoridades venezolanas sin que se hayan presentado pruebas formales.
En resumenLas graves denuncias sobre torturas y condiciones inhumanas de los presos colombianos en Venezuela han generado una crisis humanitaria y diplomática. Las familias exigen una intervención contundente del gobierno colombiano ante el régimen de Maduro para garantizar los derechos y buscar la liberación de los connacionales detenidos.