La organización espera que se garantice su seguridad tanto en Noruega como a su regreso. Machado, quien permanece en la clandestinidad desde la represión postelectoral de agosto de 2024, había condicionado previamente su salida del país a que Venezuela fuera “libre”.
Su decisión de viajar ahora representa un desafío directo al régimen.
En paralelo, Machado ha elevado su perfil político, percibiendo que Venezuela vive “horas decisivas”.
En un mensaje contundente, instó a los militares y fuerzas de seguridad a “bajar las armas” y “negarse a atacar a la población”. “Tomen hoy la decisión de acompañar la libertad de Venezuela”, declaró, garantizando una “transición pacífica” y advirtiendo a los uniformados: “La historia, la ley y el pueblo venezolano serán sus jueces”. Su llamado busca quebrar la lealtad de las fuerzas armadas al gobierno de Maduro en un momento de máxima tensión con Estados Unidos. Su viaje a Oslo, por tanto, no es solo para recibir un premio, sino un acto político de gran envergadura que la proyecta internacionalmente mientras busca influir en la dinámica de poder interna.













