El gobierno venezolano ha enmarcado esta movilización bajo la consigna de una “perfecta fusión cívico-militar-policial”, buscando demostrar unidad interna. El propio Maduro advirtió que el país está preparado para responder en “cualquier terreno y bajo cualquier circunstancia” y que, en caso de un ataque, se movilizaría “todo el pueblo de Venezuela”. Aunque analistas consideran que estas maniobras tienen un fuerte componente simbólico, representan la respuesta más contundente de Caracas a la escalada de tensiones con Washington.