Durante un encuentro de juristas en Caracas, Maduro utilizó una retórica enérgica para denunciar el despliegue naval y aéreo de Washington.

“¿Queremos otra Gaza en Suramérica?

Déjenme decirles que no.

Aquí triunfará la paz”, expresó, comparando la situación con el conflicto en Medio Oriente para enmarcar una posible intervención como una catástrofe humanitaria y una agresión injustificada. El mandatario se dirigió específicamente a la ciudadanía estadounidense: “Es al pueblo de Estados Unidos a quien me dirijo (…) para decirles que paren la mano enloquecida de quien ordena bombardear, matar y llevar una guerra a Sudamérica y al Caribe”. Sostuvo que “la inmensa mayoría del pueblo estadounidense no quiere guerra en el mundo”. Maduro también afirmó que la ofensiva militar no solo está dirigida contra Venezuela, sino “contra toda América”, buscando con ello unificar el rechazo regional a las acciones de Washington. Con estas declaraciones, el gobierno venezolano busca construir una narrativa de víctima frente a una potencia imperialista, con el fin de galvanizar el apoyo tanto a nivel nacional como internacional y disuadir una posible acción militar.