El expresidente boliviano Jorge ‘Tuto’ Quiroga respaldó esta visión, señalando que la coyuntura actual converge con la “actitud del Gobierno americano (estadounidense)” y un “pueblo movilizado”.

Varios exmandatarios, como el ecuatoriano Jamil Mahuad y el colombiano Álvaro Uribe, defendieron la legitimidad de los ataques de EE. UU. a presuntas “narcolanchas”, enmarcando al gobierno de Maduro como una “amenaza internacional”.

Uribe expresó que prefiere “la derrota del narcoterrorismo a que siga avanzando”.

Esta confluencia de opiniones desde la oposición interna y figuras políticas relevantes de la región sugiere una creciente expectativa de cambio político en Venezuela, impulsada directamente por la política de máxima presión de Washington.