Algunos sectores interpretan la propuesta como un intento de ofrecer una salida a Nicolás Maduro, quien se encuentra cada vez más aislado internacionalmente.

Mientras tanto, el gobierno colombiano ha mantenido una postura ambigua, pues aunque formalmente no reconoce al gobierno de Maduro, ha firmado acuerdos económicos binacionales.

La propuesta de Petro busca posicionar a Colombia como un mediador clave, aunque la falta de consenso entre el chavismo y la oposición venezolana representa un obstáculo significativo para su viabilidad.