Fuentes diplomáticas señalaron que la principal razón del retiro de ambos países fue su desacuerdo con ciertos apartados del texto. Entre los puntos de discordia se encontraban las referencias a la guerra en Ucrania, que consideraron alineadas con posiciones occidentales; las cláusulas sobre la promoción de elecciones “libres, inclusivas y creíbles”, percibidas como una crítica indirecta a sus situaciones políticas internas; y las reservas sobre la cooperación en seguridad ciudadana, por temor a la injerencia de actores externos. A pesar de que 58 de los 60 países participantes respaldaron la declaración, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilette Luna, reconoció que la diversidad política del bloque hace “difícil alcanzar acuerdos absolutos”. Aunque Venezuela y Nicaragua no firmaron, sus delegaciones participaron en los diálogos y espacios de cooperación paralelos a la cumbre, manteniendo su membresía en la CELAC.