Su asistencia fue confirmada como un gesto de “solidaridad con Venezuela”.

En contraste, líderes europeos clave como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el canciller alemán, Friedrich Merz; y el presidente francés, Emmanuel Macron, cancelaron su participación. Fuentes diplomáticas citadas por medios internacionales atribuyen estas ausencias al temor de generar tensiones con la administración Trump y a la reciente inclusión del presidente colombiano Gustavo Petro en la Lista Clinton. La baja asistencia, con solo una docena de los 60 mandatarios convocados presentes, ha sido interpretada como una señal de la cautela europea y ha restado fuerza al encuentro. A pesar de ello, la cumbre busca avanzar en una agenda de cooperación en transición energética, digital y ambiental, aunque la sombra del conflicto venezolano y la presión de Washington han dominado el ambiente diplomático.