La ONU ha expresado su preocupación, señalando que estas acciones violan el derecho internacional humanitario al realizarse sin procesos judiciales y fuera de un conflicto armado declarado. La comunidad internacional observa con inquietud la militarización del Caribe, temiendo que la estrategia estadounidense desestabilice la región y aumente el riesgo de un conflicto de mayores proporciones.