Moscú admite mantener “comunicación constante” con Caracas y alude a “obligaciones contractuales” que podrían incluir asistencia militar.

En respuesta al significativo despliegue militar estadounidense cerca de Venezuela, Rusia se ha posicionado como un aliado clave para el régimen de Maduro.

El gobierno venezolano agradeció públicamente a Rusia su “solidaridad y la comunicación constante”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó estos contactos y, aunque no detalló una solicitud específica de ayuda, hizo referencia a un acuerdo de asociación estratégica firmado en mayo, afirmando que ambas naciones están unidas por “obligaciones contractuales”.

Esta declaración ha sido interpretada como una clara señal de un posible apoyo militar.

Además, el diputado ruso Alexéi Zhuravliov aseguró explícitamente que Moscú ya está suministrando ayuda militar a Venezuela.

La diplomacia rusa ha denunciado la “excesiva fuerza militar” de Estados Unidos en la región y ha reafirmado su apoyo a la soberanía venezolana.

Este desarrollo introduce una peligrosa dimensión geopolítica a la crisis, enmarcándola como un posible enfrentamiento entre potencias mundiales.

Para un gobierno de Maduro que enfrenta aislamiento internacional y sanciones, el respaldo de Rusia proporciona un escudo diplomático y potencialmente militar crucial, lo que aumenta los temores en Occidente de una nueva confrontación al estilo de la Guerra Fría en el hemisferio occidental.