Los artículos mencionan un debate interno sobre las implicaciones de una escalada militar, que podría llevar a un conflicto armado de consecuencias impredecibles para la población civil y la estabilidad regional. La discusión se centra en si la presión militar es un medio legítimo para restaurar la democracia o si, por el contrario, podría desencadenar una crisis humanitaria aún mayor y cerrar las puertas a una solución negociada. Esta fractura refleja el dilema que enfrenta la oposición: por un lado, la frustración ante la permanencia de Maduro en el poder y el fracaso de las vías diplomáticas; por otro, el temor a que una intervención extranjera cause una devastación mayor y una pérdida de soberanía.