En diversas declaraciones, incluyendo una entrevista con Al Jazeera, Petro ha insistido en que "desatar la violencia en Venezuela nos llevaría a la desestabilización de América" y podría involucrar a potencias extranjeras en un nuevo escenario geopolítico. El mandatario colombiano ha calificado los ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe como "asesinatos" y ha cuestionado su eficacia, argumentando que la lucha contra el narcotráfico se usa como pretexto para una invasión.
"No hay necesidad de tirar misiles, es absolutamente ineficaz y no parece estar dirigida esa acción realmente a incautar cocaína, sino a una invasión, que también es absurdamente ilegal", afirmó. Además, Petro ha señalado que el verdadero objetivo de Washington es el petróleo venezolano. Durante su visita a Arabia Saudita, reveló haber solicitado la mediación de ese país para "detener esta masacre de gente generalmente joven" y promover el diálogo como la única vía de solución. La posición de Petro es crucial, dado que Colombia comparte una extensa y porosa frontera con Venezuela y sería uno de los países más afectados por un conflicto. Su rechazo a la vía militar lo contrapone a la postura de Washington y refleja una división entre los países de la región sobre cómo abordar la crisis venezolana.













