Aunque la Casa Blanca negó rápidamente estos reportes, la noticia generó una alarma máxima en la región y evidenció la gravedad de la tensión bilateral.
Según los informes, los ataques aéreos podrían ocurrir "en cuestión de días o, incluso, horas" y tendrían como objetivo puertos, aeropuertos y bases navales presuntamente utilizadas por el "Cartel de los Soles", organización que Washington vincula directamente con Nicolás Maduro. La justificación sería la misma que la de los ataques a lanchas: la lucha contra el narcotráfico.
Una fuente citada por el Miami Herald llegó a afirmar que "Maduro está a punto de verse atrapado y pronto podría descubrir que no puede huir del país".
Sin embargo, tanto el presidente Donald Trump como el secretario de Estado, Marco Rubio, desmintieron categóricamente los planes.
Trump respondió con un rotundo "no" al ser preguntado al respecto, mientras Rubio acusó al Miami Herald de publicar "una historia falsa".
A pesar de las negativas oficiales, la mera publicación de estos planes en medios influyentes es vista por analistas como parte de una campaña de guerra psicológica. La estrategia consiste en mantener un alto nivel de amenaza para generar divisiones dentro del gobierno y las fuerzas armadas venezolanas, sin necesidad de ejecutar una acción militar directa que tendría consecuencias impredecibles. El gobierno de Maduro, por su parte, ha denunciado estos reportes como parte de un plan para "fabricar una guerra".













