Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, fue más explícita al asegurar que Moscú está preparado para "seguir respondiendo adecuadamente a sus peticiones, considerando las amenazas existentes y potenciales".

Este respaldo se produce mientras informes de prensa, como los de The Washington Post, indican que Maduro habría solicitado apoyo no solo a Rusia, sino también a China e Irán, para construir un frente común ante lo que considera una agresión inminente. La intervención de Rusia es significativa, ya que busca consolidar su influencia en América Latina como respuesta a su aislamiento en Europa tras la invasión de Ucrania.

El exembajador de EE.

UU. en Venezuela, James Story, restó importancia a la amenaza, afirmando que es "muy poco probable" que Rusia envíe tropas y que Maduro "habla mucha paja".

Sin embargo, la confirmación oficial de los contactos y la invocación de acuerdos estratégicos por parte de Moscú envían una clara señal disuasoria a Washington.