La ONU ha solicitado a Estados Unidos investigaciones "rápidas, independientes y transparentes" sobre estos homicidios.

La condena internacional se suma a las críticas de líderes regionales, como el presidente Gustavo Petro, quien lamentó el "silencio" de América Latina frente a lo que considera una grave violación de la soberanía y los derechos humanos. La postura de la ONU aísla diplomáticamente a Estados Unidos en su estrategia y legitima las denuncias de países como Venezuela y Colombia.