Sus afirmaciones surgen en un momento de máxima tensión regional, coincidiendo con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe. En una entrevista, Machado expresó su optimismo sobre el futuro del país: “Tras 50 meses de aislamiento, y después de 15 meses en absoluto aislamiento, finalmente vemos la libertad muy cerca”. Su mensaje se centró en la preparación de la oposición para gobernar, asegurando tener un plan claro para la recuperación de Venezuela.

“Estamos listos para asumir el control.

Sabemos lo que tenemos que hacer.

Sabemos cómo resolver cada uno de los problemas y abrir oportunidades”, afirmó.

La líder prometió transformar a Venezuela, actualmente “en ruinas”, en la principal oportunidad de inversión y negocios de América Latina una vez que el chavismo deje el poder. Estas declaraciones buscan proyectar una imagen de unidad y capacidad de gobierno frente a la comunidad nacional e internacional. Sin embargo, su reconocimiento como Nobel de la Paz ha generado controversia, ya que el Consejo Noruego de Paz anunció la suspensión de la tradicional marcha de las antorchas en su honor, argumentando que su elección no se alinea con los principios de la institución, aunque mantiene su condición oficial de ganadora.