En contraste con estos avances económicos, la situación humanitaria sigue siendo un punto crítico.

Un informe revela que al menos 38 ciudadanos colombianos permanecen detenidos en Venezuela sin un proceso judicial claro, entre ellos el trabajador humanitario Manuel Alejandro Tique.

Organizaciones y familiares denuncian que el gobierno colombiano ha priorizado la relación comercial sobre la defensa de los derechos de sus connacionales. Esta compleja dinámica se enmarca en la profunda crisis social y económica de Venezuela, que ha provocado el éxodo de millones de personas, con un impacto directo y visible en Colombia.