Esta postura se vio reforzada por las declaraciones de Trump, quien advirtió que “hará saltar por los aires” a las embarcaciones sospechosas.

En respuesta, el gobierno venezolano ha denunciado un plan para forzar un “cambio de régimen” y una “amenaza militar ilegal”. Nicolás Maduro ha ordenado la realización de ejercicios militares como la operación “Caribe Soberano 200”, simulacros de protección civil y el entrenamiento de la población en el manejo de armas, pidiendo a los campesinos estar listos para “tomar las armas”. Adicionalmente, Maduro ha evaluado declarar un “estado de conmoción exterior”, una medida constitucional que le permitiría suspender garantías para movilizar a la nación frente a lo que califica como una agresión. La situación ha generado temor entre la población civil, como los pescadores venezolanos, quienes temen por su seguridad ante la posibilidad de enfrentamientos.