Sin embargo, esta versión ha sido puesta en duda.

La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, declaró que la presencia militar estadounidense "nada tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico". Por su parte, el gobierno venezolano niega sistemáticamente las acusaciones, afirmando que el país está libre de cultivos ilícitos y destacando sus propias cifras de incautación de drogas, que según reportes oficiales superan las 53 toneladas en 2025, en su mayoría cocaína procedente de Colombia. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha acusado a EE.

UU. de triplicar los vuelos de aviones espía cerca de sus costas, lo que considera una provocación y no una genuina operación antinarcóticos. Cuba también ha emitido una advertencia, asegurando que Washington busca robar el petróleo venezolano bajo el pretexto de combatir el tráfico de drogas.