Venezuela ha emitido advertencias directas a sus vecinos, mientras que otros actores regionales han expresado su preocupación.
El gobierno de Colombia, a través de su canciller Rosa Villavicencio, ha criticado la presencia militar estadounidense, calificándola de "desmesurada" y asegurando que "nada tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico". Villavicencio afirmó que, ante una eventual intervención, el gobierno de Gustavo Petro recurriría a instancias internacionales para defender la soberanía venezolana. Esta postura ha sido criticada por el dirigente opositor venezolano Leopoldo López, quien considera que "desconoce la voluntad popular de los venezolanos". Por su parte, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, lanzó una dura advertencia a Guyana y Trinidad y Tobago, acusándolos de alinearse con Washington.
"Si nos llegan a atacar desde sus territorios, ustedes también recibirán una respuesta en legítima defensa", sentenció.
Adicionalmente, embajadores de Colombia, Cuba, Bolivia, México y Brasil acreditados en Caracas se reunieron con el gobierno venezolano para expresar su preocupación por el despliegue estadounidense y hacer un llamado a preservar la paz.