A nivel regional, la preocupación también es palpable.

El viceministro venezolano de Exteriores, Rander Peña, informó sobre una reunión con embajadores de Colombia, Cuba, Bolivia, México y Brasil en Caracas, donde expresaron su inquietud por el despliegue militar y hicieron un llamado a mantener la región como una zona de paz. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido particularmente vocal, manifestando que no permitirá una invasión a Venezuela desde territorio colombiano.

Sin embargo, esta postura ha sido criticada por la oposición venezolana.

Leopoldo López considera que la posición de Petro “desconoce la voluntad popular de los venezolanos” y puede responder a una “solidaridad ideológica” con Maduro. Este entramado de reacciones diplomáticas evidencia la complejidad geopolítica del conflicto, donde Venezuela busca apoyo en sus aliados para contrarrestar la presión de EE. UU., mientras que los países de la región intentan navegar entre la defensa de la soberanía y las alianzas con las potencias globales.