UU.
La destrucción completa de la embarcación, la carga y los cuerpos impide una investigación objetiva, convirtiendo el episodio en lo que un analista describió como un “crimen sin expediente, donde el poder militar sustituye al poder judicial”. La falta de transparencia y la debilidad de las pruebas presentadas por Washington han llevado a calificar el despliegue como un “militarismo performativo” con “fundamentos legales difusos”.