“¿Cómo vamos a permitir una invasión a Venezuela?

Que haya un problema político allá, sí, (...) pero eso no significa que no sepamos que un conflicto político interno (...) se resuelve es hablando entre los venezolanos”, afirmó.

Petro también fue crítico con las acciones letales de Estados Unidos, calificando el primer ataque contra la lancha venezolana, que dejó once muertos, como un “asesinato”. Su llamado fue a que los países suramericanos se unan para plantear nuevamente el diálogo político en Venezuela, argumentando que una invasión extranjera atentaría contra la dignidad y soberanía de toda la región. Esta declaración define una clara política exterior de Colombia frente a la crisis, priorizando la diplomacia y la soberanía regional por encima de la alineación con las estrategias militares de Washington.