El gobierno ha lanzado la campaña “Yo me alisto”, con la que asegura haber registrado a 8,2 millones de personas para unirse a las milicias. Además, anunció la creación de 15.751 “Unidades comunales milicianas de combate” para organizar a esta fuerza civil.

Figuras clave del chavismo, como Diosdado Cabello, han reforzado este mensaje con amenazas directas a la oposición: “Si a nosotros nos aprietan, nosotros la apretamos, no vayan a creer que aquí nos van a agredir y ustedes van a salir sanitos”.

Sin embargo, esta masiva campaña de alistamiento ha sido cuestionada por organizaciones de derechos humanos. La ONG Laboratorio de Paz ha denunciado que se están llevando a cabo prácticas de reclutamiento forzoso, coaccionando a empleados públicos y estudiantes para que se inscriban y graben videos de propaganda militar, lo que violaría la Constitución venezolana y tratados internacionales. Esta estrategia de “guerra de todo el pueblo” busca transformar cualquier posible invasión en un conflicto prolongado y costoso para el agresor, al tiempo que refuerza la narrativa oficial de un país asediado por el “imperialismo”.