Esta designación es la principal justificación para el despliegue militar y las sanciones económicas impuestas por Washington.

Según el Departamento de Justicia de EE. UU., este cartel estaría involucrado en una amplia gama de actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de cocaína, contrabando de combustible y control de la minería ilegal de oro y coltán. La administración Trump ha ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de dólares por información que lleve a la captura de Maduro, a quien acusan de “violar las leyes de Estados Unidos sobre narcóticos”. Esta narrativa ha ganado tracción internacional, con países como Argentina, Paraguay y Ecuador sumándose a la designación del 'Cartel de los Soles' como organización terrorista. Por su parte, el gobierno venezolano rechaza categóricamente estas acusaciones, calificándolas de “relato totalmente falso” y un “infundio” diseñado como pretexto para una intervención militar y el saqueo de los recursos naturales del país.

Caracas argumenta que esta estrategia es idéntica a la utilizada en Irak con la invención de las “armas de destrucción masiva”. Además, el gobierno venezolano cita informes de la ONU que, según ellos, reconocen a Venezuela como un país libre de cultivos ilícitos y responsable de solo un 5 % del tráfico de cocaína hacia EE.

UU. y Europa, del cual afirman incautar un alto porcentaje.