Esta cooperación se enmarca en un reciente memorando para crear una zona económica binacional, buscando promover el comercio y la seguridad.

La postura de Petro ha sido criticada por algunos sectores, pero refleja una estrategia pragmática que busca, por un lado, evitar ser arrastrado a un conflicto regional y, por otro, contener a los grupos armados y economías ilegales que operan en la porosa frontera de más de 2.200 kilómetros.