Las liberaciones, anunciadas por líderes opositores como Henrique Capriles y Tomás Guanipa, beneficiaron a varias figuras relevantes, entre ellas los exalcaldes de Maracaibo y Cabimas, Rafael Ramírez y Nabil Maalouf, así como al dirigente Américo De Grazia, quien también posee nacionalidad italiana. Muchos de los detenidos habían sido arrestados en el contexto de las protestas posteriores a las elecciones de julio de 2024, en las que Maduro fue reelegido bajo denuncias de fraude. La oposición celebró las excarcelaciones como "otro paso más en favor de quienes están tras las rejas", pero recordó que aún quedan cientos de presos políticos en el país.

Capriles afirmó: "Sabemos que quedan muchos y de ellos no nos olvidamos, seguimos luchando por todos".

El momento en que se producen estas liberaciones es significativo, ya que coincide con el punto más álgido de la tensión militar con Estados Unidos. Este contexto sugiere que la medida podría ser un intento del régimen de Maduro por reducir la presión internacional, proyectar una imagen de flexibilidad o abrir canales de negociación, aunque la oposición la recibe con cautela, considerándola insuficiente mientras no se libere a todos los detenidos por motivos políticos.