Países como Trinidad y Tobago, Argentina, Ecuador, Paraguay y Francia han respaldado, directa o indirectamente, las acciones estadounidenses, ya sea declarando terrorista al Cartel de los Soles o reforzando su propia presencia militar en la zona. La postura más contundente provino de Trinidad y Tobago. La primera ministra Kamla Persad-Bissessar afirmó que su país apoya el despliegue de "recursos militares" estadounidenses para combatir a los "carteles terroristas de la droga". Argumentó que la violencia ligada al narcotráfico ha afectado gravemente a su nación y que los pequeños estados caribeños carecen de recursos para enfrentar el problema solos. Además, ofreció explícitamente el uso de su territorio a las fuerzas estadounidenses en caso de que Venezuela ataque a Guyana. Siguiendo la línea de Washington, los gobiernos de Argentina, Ecuador y Paraguay designaron oficialmente al Cartel de los Soles como una organización terrorista, lo que permite la aplicación de sanciones financieras y refuerza la cooperación internacional contra el crimen organizado vinculado a Venezuela. Por su parte, Francia anunció un refuerzo de su presencia militar en Guadalupe, un territorio de ultramar en el Caribe, con el objetivo de combatir el narcotráfico y asegurar el control marítimo. Aunque es una acción soberana, se produce en el mismo contexto y se alinea con la justificación de la operación estadounidense, conformando un frente internacional cada vez más coordinado en la presión sobre el régimen de Maduro.
