Trinidad y Tobago y Francia han manifestado su apoyo a las operaciones contra el narcotráfico en el Caribe, reforzando el cerco internacional sobre el régimen de Maduro. El gobierno de Trinidad y Tobago expresó su respaldo al despliegue militar estadounidense, citando el aumento de la violencia derivada del tráfico de drogas, personas y armas en su territorio. La primera ministra Kamla Persad-Bissessar declaró que los pequeños estados caribeños no tienen los recursos para enfrentar solos a los carteles y fue más allá al ofrecer su territorio a las fuerzas estadounidenses en caso de un ataque desde Venezuela.
“Si Venezuela lanza cualquier ataque contra el pueblo guyanés y el Gobierno estadounidense solicita acceso a nuestro territorio, se le proporcionará sin dudar”, afirmó.
Por su parte, Francia también reforzó su presencia militar en la región, específicamente en Guadalupe, un territorio de ultramar clave para el tránsito de drogas hacia Europa. El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, anunció el despliegayo de más investigadores antinarcóticos, la instalación de un laboratorio balístico y el refuerzo de la vigilancia costera con radares y drones. Esta decisión se alinea con la estrategia de EE.
UU. de intensificar la lucha contra el crimen organizado en el Caribe. Estas acciones se suman a la decisión de Argentina, Ecuador y Paraguay de declarar al Cartel de los Soles como una organización terrorista, lo que demuestra la formación de un bloque regional que apoya la política de máxima presión de Washington.