La convocatoria, dirigida a empleados públicos, reservistas y voluntarios, fue rechazada por la líder opositora María Corina Machado, quien llamó a la desobediencia. Esta doble respuesta, militar y civil, refleja la estrategia del chavismo de fusionar la defensa del Estado con la movilización política de su base social, difuminando las líneas entre el ciudadano y el combatiente para disuadir una posible agresión externa.